Basílica del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de La Esperanza
Erigido con la aportación popular en la Collación de San Carlos y Santo Domingo con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza y como respuesta a su creciente proyección devocional. Fue dedicado al Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y a María Santísima de la Esperanza, y consagrado el 4 de junio de 1988 por el Cardenal-Arzobispo de Madrid, Ángel Suquía Goicoechea. Posee la designación de Basílica, en virtud al breve pontificio Dulce Nomen Iesus de Su Santidad el Papa Juan Pablo II, fechado el 28 de mayo de 1998.
De planta basilical paleocristiana, sorprende por su luminosidad y acústica. El matroneo que lo circunda a la altura del primer nivel da acceso a la gran vidriera de la Anunciación, firmada por Mauméjean. Lo más destacado de su estructura es la bóveda de cañón que cubre la nave principal, decorada con el conjunto pictórico “Apoteosis de la Virgen María”. Los tramos de esta magna obra fueron pintados al óleo por García Ibáñez entre 1992 y 1993. Cada uno de los lienzos que la integran de 48 metros cuadrados, tiene unas dimensiones de 12 m. x 4 m. y fueron tejidos para esta iglesia en Bruselas; aludiendo a la Letanía de Nuestra Señora y con carácter barroco, el autor ha representado: “Reina de los Apóstoles”, “Reina de las Vírgenes”, “Apoteosis de María”, “Reina de los Mártires” y “Reina de los Ángeles”.
La bóveda se halla cerrada en el primer diafragma por una vidriera con el escudo de la Archicofradía donde puede apreciarse la cruz de la Orden de Predicadores en recuerdo al origen dominicano de la corporación, y las anclas que simbolizan la Esperanza, áncora de salvación. En el otro extremo, la cabecera del templo, en un espacio absidal cubierto por un cuarto de esfera donde los profetas mayores – Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel – aparecen sobre el camarín de las Sagradas Imágenes.
El 9 de septiembre de 2019, la Basílica reabrió sus puertas al culto tras una intervención de 6 meses que culminó con la reforma y adecuación del ábside, presentando un mural pictórico de características bizantinas inspirado en la antigua capilla de la Archicofradía.
Conforme a los principios originales de la Archicofradía, la iglesia posee una cripta bajo el altar mayor donde reposan los restos de hermanos difuntos. Entre el ajuar litúrgico sobresale el monumental Sagrario de plata de 150 cms. de altura realizado con donaciones hechas por los hermanos. La iglesia se completa con la Casa-Hermandad y una serie de dependencias anejas donde se desarrolla el plan de acción pastoral con actividades formativas, labor social y de apostolado para grupos de niños, jóvenes y adultos.
El campanario que remata este conjunto arquitectónico fue terminado en 1991 y posee cinco campanas de bronce cuyos nombres corresponden a advocaciones significadas en la ciudad, por orden creciente de tamaño, son: “Santo Tomás”, por la vinculación con la universidad malacitana; “Virgen del Carmen”, “Virgen de la Victoria”, “María Santísima de la Esperanza” y “Dulce Nombre de Jesús”. El exterior del templo está decorado con seis murales de azulejería andaluza que presentan escenas marianas de las Sagradas Escrituras: la Encarnación, la Visitación, el Nacimiento, las bodas de Caná, la Coronación de la Virgen y María junto a la Cruz, en todas ellas la imagen de Nuestra Señora viste de verde.