1º día de triduo: “La Esperanza es un don que concede Dios a cada persona que está dispuesta a abrir el corazón”

A continuación, reproducimos en fragmento de la homilía pronunciada por don Carlos Samuel Córdoba durante el primer día de triduo en honor a María Santísima de la Esperanza:

 

“La primera vez que oí hablar de la Virgen de la Esperanza fue por un compañero de seminario. No tenía idea de que existiera esta advocación tan fuerte aquí en Málaga. Y aquí vine también con él, a besar las manos de la Virgen. Una persona fue la que me trajo a esta Basílica, sacerdote y hermano en el Ministerio. Una persona que nos ha enseñado a todos en el seminario a pertenecer a esta Cofradía. Digo esto porque quiero resaltar la importancia que cumplen los verdaderos devotos de una Madre y un Hijo. Ellos acercan a otros al corazón de la Virgen. Y nuestra tarea y nuestra misión es acercar a otras personas a que conozcan a la Virgen de la Esperanza. La Madre de Salvador y la Mujer que se convierte en espejo para nuestra Fe. Si nosotros nos detenemos a pensar en todos los acontecimientos de la vida de María, encontramos en ella a una Mujer que posee la virtud teologal de la Esperanza. Porque hoy podemos hablar de dos clases de Esperanza: una, que se convierte en una especie de optimismo; y otra, una gracia de Dios, un don que concede a cada persona que está dispuesta a abrir el corazón.

Todos creemos que algún día nos tocará la lotería. Esa es una esperanza vana, mundana, de nuestro tiempo. Pero hay una Esperanza que tuvo una mujer sencilla de su tiempo y que la llevó a encontrar la Esperanza que nunca defrauda. María de Nazaret se convierte en aquella mujer que, confiando en las palabras de Dios, creyó que lo que decían los profetas se cumplirían. Los cristianos de 2017 tenemos una esperanza grande: encontrar el rostro de Cristo y Dios el día en que seamos llamadas a participar en la visión Divina.”

Twitter @pasoyesperanza

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