ROMERO BENDITO. ANTONIO GARRIDO MORAGA

LA LÁMINA

ROMERO BENDITO

Algo conozco la Archicofradía y su historia y, siendo cierto que el barroco artístico está en la base de la estética cofrade, y que permanece en ella, no cabe duda  que ese barroco alcanza   la apoteosis en los cultos y en el desfile de la más que centenaria corporación nazarena. Toda la hipérbole de las formas se suma, muchas veces de modo no premeditado, en la orientación del discurso expresivo de la archicofradía. La imagen de los dos tronos es más que poderosa para condicionar muchas decisiones a la hora de afrontar empresas.

Alfonso Canales, un enamorado de la  de la hermandad, escribió un soneto a la Virgen, cuyo manuscrito me regaló, y en los endecasílabos transmite la imagen de que la primavera cae por la espalda de María, cae en la cascada del oro y del verde de su manto, de los cuernos de la abundancia y del soberbio resultado de la estructura en “candeleri”. Es el verde que se prolonga en el suelo, es el perfume que rodea y crea un universo de sensaciones muy especial. En el soneto, en su magnífica perfección, el movimiento es un elemento clave del lenguaje simbólico. Ese movimiento de los tronos es naturaleza en estado puro, es alfombra de romero, merced a la más bella manipulación del orden natural, hasta del de la fuerza de la gravedad.

Vuelvo al romero. El Hermano Mayor ha anunciado que en la próxima Semana Santa el romero se repartirá pero no se empleará el camión, algo   que alguna vez he escuchado como tradición del camión del romero. Lo he escuchado a lo largo de los años con verdadero pavor. La imagen de las brazadas que no llegan al suelo, de las personas que se lanzan, en sentido literal, nunca me ha gustado; muy al contrario. El tema no es nuevo y se ha tratado muchas veces, parece que vamos en la buena dirección.

Serán hermanos los que distribuyan la planta de la fortuna y de la inmortalidad. Me parece estupendo. Se evitarán escenas y se recuperará la costumbre inglesa de poner un poco de romero en el ojal para tener buena fortuna, permítaseme la broma aunque el gesto es verdadero y lo hacemos aunque no sepamos la tradición británica.  En un sentido estricto el romero no se debe coger hasta que la Virgen lo pise; antes, no tiene su valor taumatúrgico y nos debemos acostumbrar a que sea así.romero bendito 2

Desde tiempo inmemorial el romero ha representado la inmortalidad. Se ponía un poco en la mano del difunto en la cultura egipcia y las coronas se hacían con laurel, arrayán  y romero; los acompañantes del duelo también llevaban romero en las manos. Sus valores medicinales, curador de heridas, son conocidos y su significado de alegría y felicidad también.

El lenguaje ha acuñado una frase: “Romero bendito, que se vaya lo malo y venga lo bueno”. La frase tiene algunas variantes pero siempre con este sentido. Un buen sahumerio de romero es una garantía de buen olor y de buenos auspicios.

Allá por los años veinte del siglo pasado el espíritu de emulación entre las cofradías era muy grande. Flores desde avionetas, alfombra roja, macetas con flores de papel, perfume esparcido desde bombonas que era supuestamente de azahar y otras formas de lucir en los desfiles procesionales. El componente espectacular era clave en aquellos tiempos; con el paso del tiempo la espectacularidad ha cambiado sus parámetros pero algunas hermandades, caso del Paso y la Esperanza la mantienen de otro modo pero siempre es bueno que permanezca algún rasgo del ayer.  Nos queda la alfombra de romero que se repartirá mucho mejor de este modo sin lugar a dudas.

Antonio Garrido

 

AGRADECEMOS A DIARIO SUR Y AL AUTOR, ANTONIO GARRIDO MORAGA, LA CESIÓN DE ESTE ARTÍCULO PARA SU PUBLICACIÓN EN LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS DE LA ARCHICOFRADÍA. 

Twitter @pasoyesperanza

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