El Hermano Mayor y miembros de la Permanente se han reunido por vez primera en esta mayordomía con el Consejo de la hermandad (ref. artículo 89º capítulo VII de los vigentes estatutos). La unión entre sabiduría y experiencia ha servido como pretexto para conocer en primera persona la evolución de la nueva túnica del Nazareno del Paso. Para ello, los consejeros han visitado el taller de Salvador Oliver y, de la mano de Paco Jiménez Valverde y el propio Eloy Téllez, han conocido el fundamento artístico sobre el que se sustenta la exquisita pieza: “Motivos bizantinos se entrelazan con otros elementos artísticos, y los esquemas renacentistas y hasta barrocos se van reflejando sobre la composición”.
Haciendo alusión a la finalidad consultiva del Consejo, los hermanos han almorzado en el restaurante Vereda para hacer frente a diferentes cuestiones que se plantean en el seno de la Archicofradía. Carlos López Armada ha informado de lo que se conoce respecto al nuevo proyecto de recorrido oficial, que está estudiando la Agrupación de Cofradías y del que aún no hay datos oficiales. El Hermano Mayor ha manifestado su voluntad de consenso. Las opiniones de los señores consejeros han sido diversas y se pueden resumir en la necesidad de mayor información sobre las causas del cambio propuesto.
El acuerdo es imprescindible en un tema de tanta importancia y que exige alcance de miras y solidaridad entre todas las hermandades
La opinión general del Consejo es que este cambio no sería beneficioso para la corporación por razones diversas, pero no se manifiesta a la espera del proyecto oficial. Además, el Consejo considera que sería positivo adelantar el horario de la salida de la corporación así como estudiar la forma más adecuada para celebrar la ceremonia secular de la bendición del Nazareno del Paso, con la solemnidad con la que siempre se ha realizado. El acuerdo es imprescindible en un tema de tanta importancia y que exige alcance de miras y solidaridad entre todas las hermandades.
Finalizada la comida, la Archicofradía ha obsequiado a los propietarios del restaurante con un cuadro de la Virgen de la Esperanza.
